El Monasterio de Sant Cugat es uno de los mayores exponentes del arte medieval de Cataluña. El Claustro es considerado una joya de la escultura románica, de los más importantes de Europa, y uno de los mejor conservados. Destaca la decoración de sus 144 capiteles únicos. La Iglesia es un lugar privilegiado para poder observar claramente la transición del románico al gótico.