Íntimamente ligada a las tradiciones y costumbres de la corte portuguesa del sigloXVIII, la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre ofrece un retorno a este pasado en un verdadero viaje en el tiempo al ritmo de la elegante y precisa «danza» de los caballos pura sangre lusitanos criados por la yeguada Coudelaria de Alter.